miércoles, 15 de mayo de 2013





Juan Montes Capón (1840-1899)





Compositor, pianista, organista, folklorista, director de coros, bandas y orfeones; faceta, esta última, con la que más se asocie al lugués. Sin duda alguna, una de las figuras más relevantes de Galicia en este renacimiento artístico que representa el siglo XIX. Principal promotor de la vida musical lucense a través de la participación en los más relevantes establecimientos de la ciudad, sean religiosos (la catedral o el seminario), sean civiles (sociedades, cafés o veladas) o particulares; aunque su reconocimiento y admiración sobrepasaron las fronteras gallegas aún en vida: Montes fue requerido e intervino en numerosas ocasiones como miembro de jurados en los más prestigiosos concursos y oposiciones.

Con tan sólo 10 años ingresa en el Seminario de Lugo, donde inicia sus estudios musicales, obteniendo excelentes notas. Una vez finalizados, abandona este estamento sin recibir orden religiosa alguna. Regresa al domicilio familiar e inicia una intensa vida musical como docente, intérprete, fundador y director de diversas agrupaciones musicales, además de compositor.

Se establece en 1888 el momento álgido de su carrera, cuando obtiene galardones tan importantes como el primer premio en Vigo con la Alborada Gallega; o un primer premio en La Habana en 1892 con su famosa Negra Sombra, con texto de la poetisa Rosalía de Castro, obra insigne que eclipsará su repertorio, aunque no por ello menos desmerecedor.


«En sus baladas – escribía a comezos deste século o insigne musicólogo o agostiño padre Luis Villalta- dejó Montes su nombre de artista, y en esta modalidad un carácter de los más geniales y típicos. Poco hay en el lirismo musical español -remata afirmando Villalta- tan natural y fuerte, ni tan hondamente sentido; lo delicado y fino, lo suave y tierno, lo profundamente amargo, con la perpetua y lánguida dulzura de aquel sentir, encuentra en Montes el cantor más feliz y afortunado. No hay moldes que les aprisionen, ni atracción de fórmulas, es libre y espontáneo el numen del artista, que corre y se desarrolla al impulso de las ideas que le emocionan. Por esto mismo tienen personalidad y carácter propio»1.
 

Estudio realizado por:

 

JUAN BAUTISTA VARELA DE VEGA

Isabel Fernández Barreiro, discípula de Juan Montes, será la que le inculque los primeros conocimientos musicales, que no tardará en ampliar. El vasto conocimiento que adquiere está configurado por el estudio de piano, armonía o dirección de orquesta, entre otras muchas disciplinas musicales; aunque desde muy joven se centra en la historiografía musical, siendo discípulo de José Subirá, y pronto impartirá conferencias y participará en los principales congresos nacionales e internacionales.

Desde el año 1978 ejerce como crítico musical y articulista en varias publicaciones, y dos años después, conjuntamente con Joaquín Díaz, funda la Revista de Folklore. Autor de numerosas obras, entre las que destacan importantes colaboraciones en la Gran Enciclopedia Gallega, en el Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana o en el The New Grove Dictionary of Music and Musicians. Estudioso de la obra de Juan Montes, del que publicará Juan Montes, un músico gallego. Estudio biográfico (1990); Xoan Montes, o músico de Lugo (1999); El músico Juan Montes y los poetas gallegos (2001); y Músicos de Valladolid. Antología biográfica (2001), entre otras muchas. Además saca a la luz importantes figuras como Jesús Bal y Gay o Indalecio Varela Lenzano, desconocidos por aquel entonces.


 


1Varela de Vega, Juan Bautista: Juan Montes. O músico de Lugo; Lugo, Concello de Lugo, 1999; p. 12.

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